Chica Loca | Historias


Siete de la mañana, no he visto el despertador, pero lo sé porque en cosa de segundos vendrá mi vieja diciendo “Son las siete chica loca”…
como si en realidad lo fuera. Suspiro y me volteo sin ánimos de levantarme.

Oigo pasos inescrupulosos que solo tienen un motivo… levantarme, en realidad confieso que no soy de las personas que faltan al colegio seguido, de hecho no falto, entonces ¿¡Por que!?

Lo hizo, llegó mi vieja y cumplió su cometido, la chica loca se levanta y va al colegio.

Atravieso el umbral de la puerta, que me lleva al patio de mi casa, miro la otra puerta sin interés de abrirla… mis perros se acercan, me lamen los pies ¡Me carga! Me obligan a salir. Siempre he pensado que los perros se parecen a las vacas, esta bien las vacas tienen una lengua enorme nada comparado con la de los perros, de todas formas es igual de asqueroso; son gemelos, flojo, rumiantes, comen harto, son cerdos. ¡Eso es! vaca , perro y cerdo iguales, al menos el cerdo se baña, en el barro, pero lo hace. Muuu,  Guau, Oing! Es la F09 que ha llegado, Bip!

Me bajo de la micro, ahora sé que tengo algo en común con toda esta gente, somos un rebaño, ¡Somos ovejas! ¿En que iba? Ah! Muuu, Guau, Oing, veee. Todas estas ovejas tenemos un código. Bip otra vez, espero el vagón. Tres, dos, uno paaartieron, ahora somos caballos, caballos que avanzan desesperados por entrar en el tren, en este hipódromo llamado metro. Me subo y espero llegar con mi propio oxigeno que en este momento está siendo hurtado por el señor de mi derecha, el de mi izquierda, la señora de adelante y la joven de atrás ¡Dios! Que fosas nasales gordas y ladronas ¡Quiero vivir!

En estos momentos recibo golpes y roces en lugares de mi cuerpo que pensé que estaban bien protegidas por mi armadura.

Solo queda un escalón y ya estoy tocando tierra, ¡tierra a la vista!, mentira ¡puchos a la vista! ¿Quiénes? Estudiantes que juntan los labios alrededor de un cilindro de nicotina y tabaco, lo absorben como si eso les quitara el frio o les agrandara el intelecto, ¿Acaso es por libertad o mera monería? ¡Dios! Este plagio es irritante, pensar que hace unos tantos años las mujeres intentaron ser libres con este puro; salieron de sus casas ilusionadas con lograr la igualdad de genero y la emancipación social y actualmente estos jóvenes avergüenzan a estas próceres de libertad y por nada.

Luz verde, me siento como si hubiese dado un discurso político o algo así, de todas formas es lo que pienso.

Ocho cinco de la mañana y casi me cierran la puerta en la cara, pero miro a panchito y su mirada me dice lo lograste. Panchito, ese es mi inspector; psicópata, retraído y preguntón, debo decir que si alguien lo respeta es por pena, me enferma con sus interrogatorios: ¿por qué falto?, ¿Qué esta haciendo?, ¿Está bien? Y por ultimo ¿Quiere tener hijos? PSICOPATA. Y eso no es todo lo más extraño es su cargo, es como salido de un contrabando o algo clandestino: “Asistente de la educación” ¿Qué es eso? Si no entiendo  logaritmos ¿¡Vendrá a explicármelo!?

Lo que sea, me encuentro con la profe en la misma situación, raudas subiendo la escalera pero la rapidez está de mi lado, en el último peldaño dos personas que nunca he visto se acercan a ella y la detienen, 1-0 para mi. Entro a la sala, al fondo está el más seco del curso, delante de él está la niña que siempre falta, pero hoy no. Luego está el grupo que toda la semana habla de lo que hicieron el fin de semana o de lo que harán el próximo, está bien pero bla , bla ,bla.

En la segunda fila sin mucho que decir, ya que la mayoría son aplicados, solo hay alguien que da a hablar, ella la de la risa bulliciosa, contagiosa y única. Mi fila, la más variada en cuanto a personalidades, al fondo hay alguien promedio y delante de él mi amigo el freak, oye freak si por casualidad puedes leer la mente disculpa por esto, somos amigos, pero es verdad. A mi lado alguien igual de freak o muy extraña, no lo se, debo decir que no sé como tratar a mis amigos. Delante de mí, el sarcasmo hecho persona, es entretenido, me cuestiono ¿Quién es el freak? Puedo ser yo, no lo sé, pero sé que alguien es freak. Y terminando hay tres personas que se sientan adelante, como describirlo, son mi fuente suprema de irritación  aparte de ser un salón de belleza. Aún así, con todo esto, digo hola a todos. No todos escuchan, no todos responden, en realidad no me importa.

Pregunto si hay tarea, nadie sabe, no quieren saber o esta no existe. Lo divertido de las clases es que las puedes encasillar en una sola palabra, primera hora números; las siguientes dos ciber (si es otra cosa, no se  nota); desayuno: Pan con margarina y café; las siguientes dos horas son de ingles, sin comentarios; recreo otra vez que por cierto parece un pestañeo, es como si me tele transportara del tercer piso al primero y luego del primero al tercero … el proceso de cargar y recargar la mente continua esta vez en lenguaje, es lo que más me carga, no por la materia, por la profe; partiendo por su voz que es súper chillona y terminando con la forma en la que habla, cada vez que le pregunto algo me restriega en la cara sus títulos, que no me interesan. Al menos es solo una hora. Luego viene aprovisionamiento , en una palabra… nada.

Mis compañeros comienzan a bajar, para evitar la larga fila del almuerzo, con mis amigos hacemos lo mismo. Para mí y un amigo esto no tiene sentido, hacemos la fila para nada, pero no por nada. Sentados ya comiendo, yo no y él tampoco y mi mente toma un rol periodístico, el vomito de preguntas diarias: ¿Cómo quisieras morir?, ¿Qué harías si te apuñalan a las afueras del colegio?, ¿Qué color te identifica?, ¿Qué castigarías con la muerte?, ¿Qué animal crees que fuiste en tu vida pasada?. Creo que la freak soy yo.



Termina la hora de almuerzo y al fin comienza la última hora. Es historia. No había nada que hacer como la mayoría de las veces. Los primeros quince minutos duermo. De pronto una persona se acerca a mí, me despierta y luego me pide un sacapuntas, ya que no pude retomar mi sueño observo adormilada lo que pasa, entonces ella exclama: “Dios lápiz de mierda a cada rato se le quiebra la punta, en ese momento el vómito, no tan vómito de preguntas salió de mi boca, ¿creí en Dios? Sí fue su respuesta seguida de una gran variedad de fundamentos… ¿Qué Dios está en todas partes? ¿Qué Dios es la respuesta para todo? ¿Qué Dios lo es todo?, francamente me parece ridículo. Mientras ella se iba en la vola con su religión, alguien más vino, pensé que era un salvavidas, que mientras me ahogaba en el mar, venía a rescatarme, pero fue un segundo que me traslado del sol, playa y arena, a la arena, arena, sol y más, y solo lo que venía a mí no era un salvavidas, era un espejismo de él, era una evangélica. No pensé que había tanta variedad de cursos en mi curso, las escucho y me convierto en un médium que luego de viajar al medio oriente vuelve con la siguiente respuesta: Si ambas creen en un ser superior al que llaman Dios ¿Cuál es el dilema? Aun asa el cuestionamiento sigue en mi ¿Hay alguien supremo a mi? ¿vigilando lo que todos somos? ¿juzgando el bien y el mal?¿decidiendo mis destino? ¿Custodiando si las personas rezamos o no? A mi parecer solo existe, paralelo a mi, pero lo hace. Un ruido mueve mis ideas, cada vez mas intenso, insistente, vacía mi cerebro, mi cuerpo se vuelve mas pesado, como si vistiera una armadura, me subo a mi corcel, me dirijo al centro del caos, mi batalla en donde mis guerreros buscan lo mismo que yo … ya me fui en la vola, queremos salir del colegio, somos  caleta y no cabemos en una puerta ¡Dios!...

Logre escapar del tumulto… alguien me mira, lo miro, creamos un nexo de alguna u otra forma esto da pie a que se acerque a mi, calmado, sin prisa. Es un hombre de edad, es canoso de esas canas grises, su piel es continuamente interrumpida por líneas que marcan su edad, tiene señales de haberse afeitado hace mucho, sus ropas me indican que tal vez sea un vagabundo. No se que pensar, hasta qe su sonrisa me lo dice. Me saluda, me pregunta mi nombre. Se lo digo sin dejo de preocupación y con respeto le hago la misma pregunta. Juan Alejandro Fernando, responde orgulloso de tener tres nombres. Esbozo una sonrisa y le miro. Por primera vez en mi vida, una serie de preguntas van dirigidas a mi y no provienen de mi. ¿A que colegio voy? ¿Qué es lo que estudio?, ¿Qué quiero estudiar?, ¿Cuáles son mis sueños?. El ya lo sabe. Es raro, no me siento vulnerable. El semáforo me indica el momento de partir, el lo nota, se acerca a mi para evitarlo, agita su dedo índice anticipando mi futuro: “Usted es diferente, usted va a ser alguien en la vida, el orgullo de su familia, créame”. Créame, su mirada invasiva, su extraño semblante, su vigor al hablar, me hicieron creerlo. “Gracias, es lo que espero” le dije, mientras me alejaba. Ensimismada en lo que me acababa de decir ese extraño, cruce la calle. Quise saber a donde se dirigía, por eso voltee mi mirada esperando encontrarlo, pero ese señor de vestir andrajoso ya no estaba.

by The Real Garbage

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