Los colores del atardecer | Microrelatos

Había una vez, en el jardín de una casa, una pequeña pero resistente casa de pájaros, construida de madera y pintada de color blanco. En ella vivía un gran pájaro de plumaje morado, azul y negro, el cual no entraba en la casa, pero disfrutaba posarse en ella al atardecer de cada día. Un día, por primera vez, el pájaro vio a una pequeña niña con un helado en la mano. Este era un cono de tres copas, una morada, una azul y una café, tan oscura que era muy similar al negro. El pájaro, feliz por ver a esta pequeña con algo similar a él, comenzó a revolotear alrededor de la pequeña, quien reía a carcajadas mientras era custodiada por este alado ser. Entre tanto revoloteo, el pájaro botó uno de lo conos y la pequeña niña se puso a llorar por lo que con sus alas comenzó a limpiar sus lágrimas. La niña atenta a esta acción se sentó en el pasto a mirar el cielo. La niña era una ancianita sentada en la banca de un jardín, lo blanco era su vestimenta y los tres colores lo que podía ver, ya que sus ojos cegados estaban al atardecer.